En el Centro de Superación Personal, constantemente recalcamos la importancia de que seas el gran constructor de sueños, metas y objetivos. Si bien, en algún momento llega adversidad a tu vida, siempre busca cómo salir de ella de la forma más adecuada, el camino hacia nuestros sueños está cargado de obstáculos, pero estos deben convertirse más bien en un impulso para seguir luchando por aquello que deseas con todo tu ser.
Algunas veces, poseemos sueños y metas pero se presentan dificultades que lo que hacen es convertir el alcance de nuestros sueños en un proceso más lento. Además, entran en juego no solo factores externos sino también internos.
Pongo un ejemplo bastante común: De repente tenemos una buena idea que nos impulsa y motiva y lo que hacemos es contarle a otras personas esto que nos sucede, pero, muchas veces, lo que tales personas hacen es desalentarnos.
Si somos por completo receptivos a todo lo que nos digan, las palabras que recibamos nos provocarán miedo e incertidumbre, por lo que se pierde el interés, y la idea que teníamos originalrmente se termina pudriendo en nuestra mente. Por otro lado, también puede ser que se reciba un comentario o consejo muy atinado, y esto impulse más lo que estemos realizando.
El mensaje que este artículo pretende mostrar es que, si bien, es bueno escuchar la opinión de los demás, eso no debe ser motivo para que no actuemos; cuando tienes bien claro, definido y planificado lo que deseas llevar a cabo, nada ni nadie debe detener tus sueños y metas.
No intentes poner excusas o barreras mentales. Actúa com sabiduría, valor, constancia e integridad. No permitas que las personas decidan por ti y acaben con tus sueños. Deja los malos pensamientos fuera de ti, elimina la actitud negativa.
Es tiempo de que vivas la vida y la disfrutes tal como es, y saques provecho de eso que tienes, todo aquello que Dios ha puesto en tu camino y a esas personas que son una bendición en tu vida. |